Panamá, 12 de diciembre de 2016.- Por primera vez y marcando un hito en la educación panameña, 14 mujeres privadas de libertad recibieron este lunes su título universitario  gracias al Programa Anexo del Centro Femenino de Rehabilitación “Doña Cecilia Orillac de Chiari” (Cefere), que desarrolla el Centro Regional Universitario de San Miguelito de la Universidad de Panamá.

En este acto de graduación se contó con la presencia de la ministra de Gobierno encargada, María Luisa Romero, quien destacó el día histórico que vive el país, ante el hecho de que por primera vez se gradúan personas privadas de libertad que estudiaron asistiendo a aulas universitarias dentro de un penal, mientras se encontraban «detrás de los muros».

Romero señaló que este mismo sistema penitenciario que mayormente sale en las noticias cuando hay fugas, huelgas o actos de corrupción, hoy le demuestra al país que hay otro lado de las cárceles, y ese otro lado son los seres humanos que deciden cambiar el rumbo de sus vidas y aprovechar las «segundas oportunidades que le brinda el Estado”.

Enfatizó que esta forma de ofrecer la oportunidad de educación superior es inédita y que la experiencia, en la que la Universidad de Panamá entra a la cárcel, es nueva en Centroamérica y solo comparable a los anexos de la Universidad de Buenos Aires en el Servicio Federal de Argentina.

Romero citó a la autora española Concepción Arenal, quien destacó la importancia de la educación al afirmar: “Abrid escuelas y se cerrarán cárceles”, refiriéndose a que las mujeres no tenían acceso a la Universidad, sino hasta el Siglo XIX.

También afirmó que para las mujeres privadas de libertad que hoy se gradúan, este programa ha sido un «ejercicio en derechos humanos», en el sentido que la rehabilitación, en primer lugar, supone que las personas privadas de libertad ejerzan sus derechos procurando aprovechar el tiempo en privación de libertad y a la vez fomentando «mayores oportunidades» de reintegración social.

Mientras, el rector de la Universidad de Panamá, Eduardo Flores, afirmó que debemos estar completamente convencidos de que es mejor educar que castigar.

“La educación es la clave”, dijo el Rector, quien añadió que esa es la razón por la cual en buena hora el Ministerio de Gobierno y la Universidad de Panamá unieron esfuerzos con el fin de ofrecer educación del más alto nivel a las privadas de libertad.

Flores agregó que la esperanza es que al reinsertarse en la comunidad lo hagan con conocimiento y habilidades de las que antes estuvieron privadas, peroa las que tenían el derecho.

La graduanda con mayor índice académico, Liza Rodríguez, declaró que esta experiencia es “increíble” y que no fue fácil pero todas se han sabido levantar. Agregó que ya está cursando su primer semestre para continuar con su licenciatura.

Cabe destacar que la Universidad de Panamá reconoce y certifica los títulos de esta promoción como: Técnicas en Guía de Turismo Histórico y Cultural y Técnicas de Desarrollo Comunitario.

Este programa cuenta con el apoyo financiero de la Embajada de los Estados Unidos así como el apoyo técnico de la Oficina de las Naciones Unidas (UNODC), socio estratégico en la implementación de la reforma penitenciaria que actualmente desarrolla el Sistema Penitenciario panameño, y a quienes la ministra de Gobierno agradeció el interés y confianza en el desarrollo de este tipo de programas.

En esta ceremonia de graduación también estuvieron presente autoridades del Ministerio de Gobierno y del Sistema Penitenciario, entre ellas la viceministra de Gobierno encargada, Maritza Royo y Sharon Díaz, respectivamente.

Mientras que por la Universidad de Panamá se encontraban las autoridades principales del Campus Central así como del Centro Regional Universitario de San Miguelito, encabezada por el director del CRUSAM, Luis Acosta.

Publicado por: Mirla Martínez/Fuente: Mirla Martínez A./Foto: Alberto Ortega