El retorno a clases presenciales: más que una realidad, un gran reto
Tras dos años de pandemia y el cierre de las escuelas a nivel nacional, este 2022 asumimos como Estado el reto de regresar a clases presenciales. Alrededor de 954,232 estudiantes retornaran tanto al sector oficial como al particular en medio de un hecho sin precedentes que marcó la historia de la educación en el país.
Si bien es cierto, las autoridades, docentes y padres de familia hicieron ingentes esfuerzos para sacar adelante las clases virtuales, el calor de un aula escolar y la compañía de los demás alumnos siempre hace falta. Recuperar el tiempo perdido no será fácil, desafortunadamente las enormes brechas que dejó la pandemia en muchos áreas requerirán de mucho trabajo, esfuerzo y voluntad para subsanarlas.
Este año escolar se convierte en un gran desafío para no volver a cerrar las escuelas, lograr un significativo aprendizaje en la niñez y garantizar las medidas de bioseguridad, sobre todo con los más pequeños, esos inquietos que no pueden quedarse sentados en su sillas.
Como madre he experimentado los dos años más complejos en la vida escolar de mis hijos, confieso que con tantos grupos de whatsapp terminaba confundiéndome y mandando las tareas de primaria a los profesores de secundaria y viceversa. Perdí la cuenta de cuantas veces tuve que pedirle disculpas a los maestros y profesores, definitivamente, la presión que sentíamos era mucha.
Aún queda un largo camino por recorrer en el que docentes, estudiantes y padres de familia debemos jugar un rol preponderante. Sé que en un año no se puede hacer milagros, pero si tocará hacer un doble esfuerzo máxime con aquellos alumnos graduandos porque la vida universitaria que les espera no será fácil por las deficiencias que les dejó dos años de pandemia.
Confío en que este año podamos avanzar con pasos firmes en la recuperación del tiempo perdido, es reconfortante volver a ver los buses colegiales, los niños en los centros comerciales con sus padres buscando la mochila más bonita, los cuadernos y sus uniformes. Al igual que yo, muchos padres tienen grandes expectativas de este nuevo año escolar, solo nos resta ponerle color al tiempo gris y nuestra mejor actitud a las peores circunstancias.
Publicado por: Katherine Palacio P.