Mingob 25 años de enseñanzas y aprendizaje   

Si bien empecé a laborar en el antiguo Ministerio de Gobierno y Justicia, a inicios de 1997, nuestra conexión profesional inició unos años antes, cuando era  estudiante universitario.

Los cambios de horario que provocan choque de exámenes semestrales, me llevó a conversar con el profesor de Opinión Pública, que era más accesible que los otros docentes que me tocaron en 1993. Él que conocía a sus colegas, ya tenía un grupo formado para hacer la prueba en su hora de almuerzo y me dijo ¿sabes dónde  está el Ministerio de Gobierno y Justicia?

No le dije nada en ese momento, pero yo que resido en lo que hoy se conoce como Panamá Norte,  en ese momento era todo lo contrario de los panameños de la época colonial, mi ciudad terminaba en Calle 12. Pero esa prueba me brindó la oportunidad de aplicar mis incipientes conocimientos en periodismo y gracias a esas fuentes, ubiqué una ruta de buses Locería-Catedral, que al igual que el bus eléctrico en este 2021, a pesar de dar un servicio  muy necesario a la comunidad, funcionó muy poco tiempo.

Ya como funcionario de la entidad, la primera enseñanza que me dio el Mingob fue que el periodismo que se estudia en las aulas universitarias y se práctica en los medios de comunicación es diferente al que se desarrolla en las oficinas de Relaciones Publicas, esto obliga a los profesionales de la pluma a manejar diferente vocabulario, lenguaje y estilos de redacción, lo que es un reto y a la vez ayuda a elevar el bagaje  de conocimientos.

En este punto, le agradezco al Mingob que me ha brindado la oportunidad de desarrollar mi profesión en diferentes temas; esta unión me ha permitido conocer gran parte de las diferentes culturas que habitan nuestro país. Con mi trabajo he visitado a los 7 pueblos indígenas de Panamá; también  asistí a uno de los últimos  traslados de privados de libertad desde la isla penal de Coiba a otros centros de resocialización. El Sistema Penitenciario, las direcciones  de Correos y de Pasaportes, son solo algunas de las dependencias que en su momento me brindaron la ocasión para  aumentar mi instrucción.

Cuando la salud fue puesta a prueba, gracias a que contaba con este trabajo que me dio acceso al seguro social, tuve a mi alcance los instrumentos necesarios para luchar varias veces por  mi vida y gracias al poder de Dios, al apoyo incondicional de la familia, la capacidad de médicos y el respaldo fundamental de amigos y compañeros, hemos ganado la batalla hasta este momento.

Al conmemorase este 9 de noviembre el 118 aniversario de nuestra institución quisiera aprovechar la oportunidad para agradecer a todos los compañeros de distintas dependencias que amablemente hacen espacios en sus labores para que podamos cumplir con nuestra misión de informar.

Igualmente, a gran parte de los colaboradores de nuestra oficina, que en este cuarto de siglo han enriquecido mi instrucción con su experiencia  en fotografía, relaciones públicas, filmación, protocolo  y fundamentalmente en redacción. Son muchos compañeros que han aportado en este tiempo; pero quisiera recordar especialmente, a Máximo Olaya y Carlos Domínguez, quienes ya no se encuentran entre nosotros y que en su momento fueron un pilar en nuestra entidad para lograr los objetivos.

Publicado por: Luis Ruiz M.

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