Hace unos días mientras me disponía a salir del Casco Antiguo, decidí caminar por la Avenida Central, vaya sorpresa! De esa peatonal de colores vividos y alegres, constante entusiasmo, gente por doquier y muchos puestos de ventas, hoy se contempla un panorama vacío, frío y desolador.

Siempre me ha gustado caminar por la peatonal, para mí es un ejercicio mental, me ayuda a aclarar las ideas, mientras la brisa acaricia mi rostro y mis ojos contemplaban la inmensa variedad de productos que a lo largo del camino venden. Sin embargo, la pandemia la cambió; la avenida vacía, los comercios cerrados, a lo lejos se escucha a una dama con voz fuerte y desesperada promocionando sus legumbres, al parecer la venta no estuvo buena. Esa chispa y ese brillo se perdieron.

Hoy, tras seis meses de pandemia por Covid-19, nos enfrentamos a una nueva normalidad. La apertura de nuevos comercios, el desconfinamiento y la eliminación de restricciones ponen a prueba a todo un país que debe luchar porque los contagios no vuelvan a elevarse y regresar a una nueva cuarentena.

A partir de hoy, depende de cada uno aportar a reconstruir una ya golpeada economía, que la peatonal y otros lugares icónicos de nuestro país vuelvan a brillar. La tarea no es fácil, pero los panameños nos hemos caracterizado históricamente por luchar y alcanzar nuestras metas.

Nos toca acostumbrarnos a convivir con un virus que llegó para quedarse, debemos ser responsables, redoblar nuestras medidas y cuidarnos el doble si queremos retomar nuestras vidas, empleos y que las medidas que hoy se levanten sean permanentes y no sucumban ante una nueva oleada de contagios.

Publicado por: Katherine Palacio P.