Panamá, 7 de octubre de 2025. – Con la siembra de plantones ornamentales, frutales y medicinales, el vivero “Sembrando Paz” del Centro Penitenciario La Joyita se consolida como un programa ejemplar de resocialización, donde a través del trabajo con la tierra, las personas privadas de libertad encuentran una nueva oportunidad de aprendizaje y crecimiento personal.

El proyecto, impulsado por el Ministerio de Gobierno (MIngob), a través de la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP), busca brindar conocimientos técnicos sobre el manejo de un vivero, desde la germinación de semillas hasta la reproducción de especies vegetales, fomentando la disciplina, la responsabilidad y el trabajo en equipo.

El privado de libertad Eduardo Rodríguez relató su experiencia en el área de semillero, donde aprendió los tiempos de germinación de distintos cultivos: “La papaya tarda entre 15 y 20 días en germinar; el limón, de 22 a 25; el culantro, un mes; el pimentón, ocho días; y el zapallo, alrededor de 15. Es un proceso que requiere paciencia y dedicación”, comentó.

Posteriormente, los plantones se trasplantan a bolsas con tierra negra, donde son cuidadas con esmero: riego diario, limpieza, control de plagas y fumigación, labores que realizan los propios participantes.

En el área de reproducción, Juan Carlos Castañeda, otro de los privados de libertad involucrados, explicó que allí se cultivan diversas especies ornamentales como colirio, veraneras, cactus, ixoras, pothos, mano de Dios y lengua de suegra, además de plantas medicinales como sábila, cúrcuma, hierba de limón y mastranto. “Para mí ha sido una gran experiencia. Llegué sin saber cómo reproducir una planta y ahora aprendí algo que tiene un significado profundo: ver vida crecer en mis manos”, expresó.

El director del penal, Plutarco Pedrechi, destacó que el vivero ha tenido un impacto positivo tanto dentro como fuera del centro. “Este programa es exitoso porque registra cero reincidencias. Hemos entregado entre dos mil y tres mil plantones al Municipio de Panamá, al Parque Nacional Soberanía y a la Cinta Costera”, afirmó.

La iniciativa tiene como objetivo principal fortalecer el proceso de resocialización a través del contacto con la naturaleza, promoviendo la convivencia, el aprendizaje y la sostenibilidad. Desde los viveros agroforestales instalados en La Joyita, los privados de libertad contribuyen al medio ambiente y siembran esperanza para su propio futuro.